El comercio minorista enfrenta un panorama complejo en el mundo, caracterizado no solo por el aumento en el precio de insumos, nuevos aranceles y escasez de materia prima, sino también por variables económicas que disminuyen el consumo masivo. Este fenómeno está trayendo consigo una caída importante en los márgenes de ganancia, especialmente en economías como la mexicana.
¿Qué está afectando los márgenes?
El mantenimiento de márgenes de ganancia atractivos se basa en la creación de un ciclo de compra-venta saludable, donde todos los eslabones de la cadena de producción son capaces de generar ganancias, al tiempo que se fomenta el consumo en la población.
Cuando un eslabón es afectado por variables macroeconómicas, toda la cadena siente el impacto. Al ser imposible mantener la estabilidad de la cadena productiva, es el cliente final el primero en experimentar las consecuencias: menor disponibilidad de productos, menor variedad y mayor precio.
El fenómeno no solo disminuye el consumo (y por ende, las ganancias), sino que además puede fomentar eventos subsecuentes como un incremento en la delincuencia contra negocios o la venta ilegal de mercancía.
Estrategias efectivas en la actualidad
Si bien ciertos eslabones de la cadena sentirán menos el impacto de la situación macroeconómica, eventualmente los márgenes de ganancias de prácticamente todos los actores se verán afectados en algún momento. De cara a este contexto, ¿qué están haciendo las empresas actualmente para enfrentar esta situación?
- Aumentar la seguridad
En México no solo estamos presenciando un incremento en el robo y ataques a tiendas minoristas, sino también a otras partes de la cadena de valor, como los almacenes y el transporte de mercancía. Por eso, cada vez más empresas están invirtiendo en el desarrollo de medidas de seguridad mucho más efectivas.
Esto incluye la implementación de sistemas basados en inteligencia artificial, internet de las cosas y big data para tener un mejor control sobre todo el proceso de producción, transporte y venta. Las cámaras modernas, el control de acceso y el monitoreo remoto de vehículos de transporte serían las inversiones más relevantes.
- Marcas blancas y nuevos distribuidores
Cada vez más tiendas están optando por contar con versiones alternativas de productos tradicionales a través de marcas blancas producidas y distribuidas por empresas de menor tamaño, brindando opciones más asequibles para el comprador. Si bien no siempre será una opción aceptada por el mercado, especialmente con productos cuya venta esté directamente relacionada a una identidad de marca o fórmula específica, sí tiene el potencial de atraer nuevos consumidores.
- Internalización de la producción
La tercerización de la producción ha sido una de las herramientas más utilizadas por los grandes minoristas para tener márgenes más competitivos. Sin embargo, de la mano de sanciones y aranceles impuestos por motivos políticos, esta estrategia ha perdido la efectividad en una gran cantidad de mercados, llevando a buena parte de las empresas a volver a un sistema de producción interna, más costoso al inicio, pero mucho más rentable a largo plazo.
- Ajustes de precio dinámico
Durante décadas, los grandes minoristas han modificado el precio final de los productos para mejorar sus márgenes en caso de inestabilidad económica. En la mayoría de los casos esta estrategia lleva a una caída en el consumo, creando un ciclo insostenible donde las empresas se ven obligadas a seguir incrementando el precio a medida que disminuye el número de clientes.
En la última década hemos visto un incremento en el uso de nuevas tecnologías para crear ajustes de precio dinámicos basados tanto en el mercado como en el consumo. De esta manera, las empresas pueden actuar con más transparencia, y brindar rebajas fijas en buena parte de los productos.
No siempre es tan fácil
Evidentemente, el desarrollo e implementación de tácticas poco convencionales no siempre es tan sencillo, ya que este proceso requiere de acceso a herramientas tecnológicas, formación especializada y presupuesto que solo está a disposición de un número determinado de empresarios.
Mientras que el potenciamiento de los canales digitales se ha convertido, tal vez, en la estrategia más utilizada en el país, esta implica una serie de cambios en la estructura de negocio que muchos negocios minoristas no pueden llevar a cabo de forma ágil o eficaz.
De cara al futuro, los grandes minoristas tendrán que mantenerse a la vanguardia tecnológica para poder mantener sus márgenes sin impactar negativamente el consumo masivo.

