En 2025, Tulum, uno de los destinos más emblemáticos del Caribe mexicano, enfrenta una crisis turística sin precedentes, con calles y playas menos concurridas y un impacto económico notable para los negocios locales y la región.
Factores que contribuyen al declive
Diversos elementos han influido en la caída del turismo en Tulum este año:
- Baja ocupación hotelera: En octubre de 2025, la tasa de ocupación se redujo al 49 %, una disminución significativa respecto a años anteriores.
- Presencia de sargazo: Grandes cantidades de algas marinas han afectado la calidad de las playas, generando aguas turbias y olores desagradables, lo que ha desincentivado la llegada de turistas.
- Infraestructura y servicios: La sobreexplotación inmobiliaria y la falta de servicios básicos, como agua potable y manejo adecuado de residuos, han generado dificultades para residentes y visitantes.
Reacciones y medidas
Ante esta situación, autoridades locales han iniciado revisiones de la gestión turística y los parques de la región para identificar áreas de mejora. Por su parte, empresarios locales han solicitado apoyo y estrategias conjuntas para mitigar los efectos económicos de la disminución de visitantes.
Perspectivas a futuro
Aunque la situación actual es preocupante, expertos consideran que la crisis podría ser una oportunidad para replantear el modelo turístico de Tulum. Proyectos como el Parque Nacional Jaguar, inaugurado en 2024, buscan promover un turismo más sostenible, equilibrando la conservación ambiental con la actividad económica.
Se espera que la recuperación del sector dependa de políticas conjuntas entre autoridades, empresarios y comunidad, que permitan un desarrollo turístico más responsable y sostenible, evitando la masificación y protegiendo los recursos naturales y culturales que hacen de Tulum un destino único.

